11.4.10

Obra de Verónica Ruth Frías + Cyro García












TEXTO: Fernando Gomezdelacuesta

Por favor, Press Star(d)

Una de las cuestiones que caracteriza nuestra sociedad actual –y por supuesto muchas de sus manifestaciones- es la frenética velocidad con la que vamos quemando plazos, el ritmo trepidante con el que nos saltamos todos y cada uno de los peldaños que el devenir va haciendo aparecer frente a nosotros: lo nuevo mañana es viejo y al día siguiente un residuo listo para el desguace. Una vorágine fruto de una sociedad omnipotente e hiperdesarrollada, es cierto, pero también producto de unos individuos que han perdido la paciencia, precisamente, por este moderno poderío que consigue ofrecérnoslo todo, de todo lo mejor y de lo mejor lo último. Unas coordenadas que no han pasado desapercibidas a los gurús del consumo que, con la habilidad que les ha hecho dominar el mundo, hacen que las cosas pasen de moda justo al día siguiente de haberlas puesto en el mercado, enredándonos, una vez más, en una imparable espiral de deseos que nunca se satisfacen del todo. Quizá una de las esferas donde este ritmo vertiginoso comparece de una forma más evidente es en el mundo de las nuevas tecnologías y, más concretamente, en el de la informática. Un sector donde las etapas se queman a una velocidad tan inaudita que, incluso, hay productos que han quedado completamente desfasados antes de ver la luz comercial. El problema es que a la misma velocidad con la que vamos alcanzando nuevas opciones, también vamos apartando, en ocasiones sin apenas mirarlas, posibilidades que podrían haber sido interesantes desde la perspectiva –entre otras- de la plástica contemporánea.

Así, partiendo de un proyecto de Cyro García y desarrollado de forma conjunta con Verónica Frías, los artistas recuperan –para esta intervención de 2009 titulada Press star(t) y a la manera de una nueva arqueología de lo pasado pero reciente- la estética que marcó la prehistoria de la informática: aquellos iconos compuestos a base de evidentes y toscos píxeles, de colores inexistentes o extraordinariamente básicos, pero que conferían a las imágenes una personalidad tan propia, tan marcada, que muchos de sus exponentes han alcanzado la eternidad a medida que han ido pasando al imaginario colectivo de todas las sociedades desarrolladas. Y es que ¿quién no recuerda los Space invaders, el comecocos o sus fantasmas, o quién no identifica el símbolo pixelado de un altavoz, una pistola o una computadora?

A base de una composición construida con aquellos discos flexibles de 5¼ que marcaron los inicios de la informática –usados a la manera de píxeles para crear una imagen reconocible- se presenta este proyecto que se concibe como un viaje al pasado del videojuego y a los orígenes informáticos de la animación. En esta instalación promovida por Iniciarte para el espacio de la cordobesa Filmoteca de Andalucía, el lugar en cuestión es modificado visualmente, generando un efecto tridimensional mediante unos dibujos de líneas rectas que simulan ser una sucesión de habitaciones, pasillos y escaleras, que, finalmente, parecen no llevar a ningún sitio; un nuevo entorno sobre el que se superpone la figura de un guerrero, con espada y escudo, situado en una de las paredes y conformado por los mencionados disquetes que, simulando ser píxeles, van pegados sobre un muro que contiene, salpicándolo, algunos personajes de antiguos videojuegos reproducidos a base de piezas de Lego. Un flash back de un tiempo donde la informática se estaba inventando, una sencilla recuperación de la memoria reivindicando el necesario sosiego que nos hace falta para poder disfrutar de las cosas, mientras se revisita alguno de esos añejos iconos que nos acompañaron desde el inicio de un camino que, aunque parezca mentira, justamente comenzó ayer.

montaje